A menudo, no son las crisis las que nos fatigan, sino las pequeñas cosas de la vida. Recuerda siempre la siguiente historia, cuando te sientas en crisis:
Había una ostra cuya historia contaré,
que bajo su concha arena entró;
tan solo un granito, pero que gran dolor,
sentimientos tienen, aunque ordinarias son.
Pero, censuró la obra del Destino, que tal estado la hizo experimentar?
Maldijo al gobierno, reclamó una elección?
No; acostada en el banco, a si misma se dijo:
" Si no puedo removerlo, intentaré mejorarlo ".
Y pasaron los años , como suelen pasar,
y llego a su destino final: cocida.
Y aquel grano de arena que tanto la molesto,
Era una hermosa perla, de brillante fulgor.
Ahora este relato tiene una enseñanza; grandiosa no es
Que puede hacer una ostra con un bocado de arena?
Cuánto no podriamos hacer, con solo lidiar con todo aquello, que bajo nuestra piel desea morar?
" Echando toda vuestra ansiedad sobre el, porque el tiene cuidado de vosotros"
1 Pedro 5:7
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